El marketing aprieta pero no ahoga (I PARTE)

Hoy asistiré a mi primera Feria de Teatro. Bueno, eso no es del todo verdad, he asistido a algunas, pero solo como intérprete y pensando que la función de las Ferias era comer y beber gratis, lo que si se hacía en su justa medida podía propiciar algún nocturno encuentro furtivo con otro intérprete. Pero esta vez es distinto, es la primera vez que acudo como responsable de mi propia compañía no pensando en encuentros furtivos nocturnos y gratuitos si no más bien en encuentros diurnos productivos que generen sinergias, vínculos y demás palabras que me suenan a engaño… Vengo con mi mejor sonrisa, aunque no sé lo que me va a durar, por si acaso también llevo mi tarjeta de crédito para poder pagarme una copa o un revolver.

Viajo hacia Portugal para asistir a Teatro Agosto después de realizar un curso de Marketing en Barcelona, así que he hecho unos trípticos la mar de monos y también unas tarjetas de visita, quizás para la próxima me lance al mundo del bolígrafo con nuestro logo. Las empresas de impresión de tarjetas no paran de hacerme ofertas para que ponga mi logo en tazas, gorras, sudaderas y polos, no deben saber nada del mundo de la cultura, deben pensar que tengo algo de dinero…

Cada vez que pienso en vender muere una de mis neuronas creativas, pero intento reanimarlas con un poco de vino. En los casos más complejos pruebo con un tratamiento de ginebra o de Beethoven intensivo, si ni con ello funciona es el momento de la aceptación y chequear el google analytics.

Paso 1.- Aceptación. Es cuando el artista acepta su condición de producto y de auto venta. Sí, señores y señoras soy como el señor que vende enciclopedias puerta a puerta, pero la enciclopedia soy yo misma. O, quitándole poesía, Avon llama a tu puerta y soy a la vez señorita y crema hidratante para asperezas. Una vez que el artista acepta que el mismo es un yogur y empieza el proceso de marketing acostumbra a crear una web, escribir al menos un dossier semanal y hacerse adicto a las redes sociales. La pega es que en los eventos sociales a veces consigues comer o beber gratis, pero en las redes sociales yo solo consigo un ligero dolor de cabeza y una leve angustia vital.

Paso 2.- Chequear el google analytics. Para no tener la sensación de que no se hace nada y en lugar de leer, escribir o escuchar música, si el artista ha cumplido el paso uno le recomiendo el paso 2. Mediante el chequeo habitual de Google Analytics una puede ver quien ha entrado en su web. A menudo robots, pero alguna vez se puede descubrir una visita de algún ser anónimo del otro lado del mundo y allí empezamos a hacer volar nuestra imaginación con giras exóticas y bien remuneradas….

Bien, todo esto para decir que asisto a una Feria, ¡imaginen cuánto material puede aparecer al volver de la Feria, llena de experiencias y sinergias (cada vez que uso esta palabra noto un ligero temblor en mi labio superior derecho)! No se pierdan la siguiente entrega…